Según el Informe Anual de la Profesión Periodística 2010, editado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), uno de cada cuatro periodista ha perdido su empleo desde que comenzó la crisis mientras que un 66% vio reducido su sueldo como consecuencia de los ajustes económicos.
La crisis económica no deja indiferente a nadie. Al sector inmobiliario y de la construcción, se une ahora la profesión del periodismo. Un mercado poco valorado socialmente que ha visto como el intrusismo, la crisis de la información y los bajos salarios destruían 3.588 puesos de trabajo.
Según el estudio, se estima que existen 30.000 puestos de trabajo que se han de repartir los cerca de 68.000 licenciados. Por lo cual, 38.000 profesionales estarían inactivos, siendo las mujeres las que más lo están sufriendo con una tasa de paro de un 66%. De estos desempleados, solo 5. 564 periodistas están registrados en el paro, según el Servicio Estatal de Empleo Público (SEEP).
La situación es más preocupante si tenemos en cuenta que el número de estudiantes de periodismo crece cada año. En 2010 se licenciaron 2.906 periodistas y el próximo año se cree que esa cifra superará los 3.000. Un mercado con un futuro incierto tanto para los actuales profesionales de la información como para los recién licenciados.
En cuanto al sueldo de los periodistas también ha sufrido un considerable descenso desde que estalló la crisis. El 66% afirma que su salario ha bajado. Ahora, cobran 30.000 euros brutos al año cuando en 2009 recibían 35.000 euros brutos.
La publicación de este estudio coincide con el anuncio, el pasado viernes, del cierre del canal CNN+, como consecuencia de la fusión de PRISA y Telecinco, un hecho que refleja la crisis del mercado periodístico y que engrosará su lista de parados.
Ante esta situación, el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, acusa al ámbito de la política, al Gobierno y a la oposición de la falta de respeto y desprestigio que muestran a la profesión llegando a calificar que el trato es una vergüenza. Incluso, manifiesta que durante el franquismo había un mayor respeto que el que ahora muestra la clase política. Ante esta situación, pide la recuperación del periodismo de calidad.
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