Si 2010 lo despedimos con un triste balance a nievel económico, las medidas aprobadas que han entrado en vigor este 1 de enero para aumentar el gasto de determinados bienes y servicios como la luz o el transporte, dificultarán aun más la crisis en el ámbito de la economía familiar.
Con una tasa de paro que supera la barrera de los 4 millones de personas y la escasa confianza puesta en la futura recuperación del país, la luz al final del túnel no parece que se vaya a ver en 2011. Año, en el que que el coste de la vida será mayor debido al encarecimiento de determinados bienes y servicios y en el que la aprobación de una polémica reforma laboral y el aumento de la edad de jubilación, centrarán las preocupaciones de la sociedad española.
Una de las subidas que más críticas ha generado es la de la luz. La semana pasada se aprobó la subida de un 9,8% de la Tarifa de Último Recurso (TUR) para cerca de 17 millones de usuarios. Esto supone un incremento medio de 3,2 euros al mes para un consumidor medio de electricidad, o lo que es lo mismo, de 38,4 euros al año. Junto a ella, el gas sube un 3,9% y la bombona de butano el 3,13% sobre el precio de una bombona media de 12,5 kilogramos, que pasará de costar 12,79 euros a 13,19 euros.
Por otro lado, el transporte público también será más caro. Renfe ya anunció que este mes los billetes de los trenes de Cercanías y Media Distancia aumentan un 3,1% su precio convencional, mientras que el servicio público AVE de Larga Distancia ronda el 2,3% de media para 2011. El precio del billete de autobús interurbano sube un 1,7% y viajar en metro en Madrid cuesta un 2,4% más que en 2010.
El sector más dañado por la crisis, el de la vivienda, prevé una tendencia ascendente del precio de las hipotecas en línea con el 2010 y del precio de los alquileres, con una subida del 2,3% de media. Otras subidas destacadas son el aumento del 1,44% de los peajes de las autopistas dependientes de la Administración General del Estado y el precio de los sellos y los envios internacionales.
A esto hay que añadir que el precio de la gasolina ya comenzó a subir y acercarse a los máximos históricos de 2008, mientras que en diciembre el precio de una cajetilla de tabaco aumentó alrededor de 40 céntimos. A lo largo del año, también habrá que sumar las variaciones que puedan sufrir la factura del telefono, internet o los alimentos.
Con este panorama, previsiblemente la tasa de ahorro de las familias descenderá ya que tendrán que destinar más recursos económicos para llegar a fin de mes, y más teniendo en cuenta que indicadores como el salario mínimo solo suben un 1,3%, de los 633,3 euros al mes actuales a 641,5 euros.
Ansiadas rebajas... Verás como nadie se quita de ir a comprarse algo al Corte Inglés
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